Con una gran expectativa el lunes amaneció radiante, todo lo contrario al domingo, lluvioso y con nubes muy bajas, condiciones climatológicas que no habrán ayudado en nada a quien recorrió la Mina y el poblado durante ese día, así que tempranito me recogieron el el Hotel y en un pequeño minibús, brasileños, alemanes, franceses, chilenos, mexicana y argento emprendimos viaje a través de la Carretera del Cobre hasta la Mina El Teniente, la subterránea dedicada a la explotación del cobre más grande del mundo, las visitas a interior mina sólo se realizan durante un corto período anual, para febrero el emprendimiento trabaja a full lo que imposibilita el ingreso de visitantes, que debemos contentarnos con visualizar un poquito a través de las ventanillas del pequeño ómnibus que baja la velocidad ante un punto focal, ya que el camino es transitado por todo tipo de vehículos en plena labor operativa.
El observar las instalaciones en medio del paisaje cordillerano me indujo a pensar que nos ocultarán nuestras mineras en especial las ubicadas en las Provincias de San Juan y Catamarca, verdaderos top secret, sitios inexpugnables para infelices mortales como uno.
Las tomas correspondientes a esta pequeña entrada corresponden al Campamento 5, paso previo a ingresar en la zona de Sewell, Patrimonio de la Humanidad, la que se divisa a lo lejos entre una nube de humo y polvo que emana de una planta industrial.
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